Descripción |
El trabajo de Óscar Muñoz parte de la relevancia de la técnica del dibujo como un archivo fotográfico: su trabajo traslada los discursos de la crítica de la representación de la fotografía de los años ochenta a la crítica de las imágenes producidas por el dibujante. Sus dibujos están presos, en cierto modo, de la misma conciencia histórica del duelo que Roland Barthes leía en la fotografía en su ensayo "La cámara lúcida".
En "Editor solitario" sobre superficies blancas colocadas en una mesa se proyecta la acción de una mano colocando imágenes sobre su superficie. Entre ellas están iconocos de la cultura del siglo XX, como los escritores Franz Kafka o Julio Córtazar, artistas como Andy Warhol o Amedeo Modigliani, músicos como Michael Jackson o imágenes fundamentales como la niña vietnamita desnuda aterrada ante los bombardeos de napalm efectuados por el Ejército del Aire estadounidenses durante la guerra de Vietnam. Mezclados con estos, aparecen retratos anónimos de personajes desconocidos. El ritmo y la aleatoriedad con la que el también anónimo narrador edita la cultura visual del siglo XX son como un juego de solitario del que el espectador desconoce las reglas. Ese sentido del azar y el juego se acentúa con la banda sonora: irrumpe rítmicamente el sonido de los naipes en el momento de barajar. (Catálogo "Hay cosas encerradas dentro de los muros que, si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo. Latinoamérica en las colecciones CA2M y Fundación ARCO, 2018).
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